¿QUÉ SON LAS DIETAS BAJAS EN GRASAS?
Las
Dietas bajas en grasas son los regímenes alimenticios que contienen un perfil energético de
Lípidos (grasas) inferior a lo recomendado para la población en general.
Muy
habituales hasta hace bien poco ya que se consideraban a las grasas como
auténticos demonios. Actualmente, este papel de demonio lo ejercen los Hidratos
de Carbono. Aunque en el imaginario colectivo, las grasas siguen siendo tabú.
Los
objetivos del seguimiento de una dieta baja en grasa eran, básicamente dos
1º Bajar de
peso
2º Estar más
sano
En cuanto
al primer objetivo,
podemos decir que tiene cierto razonamiento lógico, ya que, si queremos reducir
la ingesta de energía, lo más sencillo es recortar primero el nutriente
que más energía aporta.
En términos
absolutos, podemos decir que:
1gr de Proteína aporta 4Kcal
1gr de Hidratos de Carbono aporta
4Kcal
1gr de Lípidos aporta 9Kcal
Hemos puesto
en cursiva “lo más sencillo” para resaltar que eso no significa que sea
lo mejor o más adecuado.
En cuanto
al segundo objetivo,
en general, simplemente es un error. Si bien es cierto que, un consumo elevado
de grasas tiene consecuencias perjudiciales para la salud, un consumo adecuado
no es que tenga consecuencias perjudiciales sino que es lo aconsejable.
CANTIDAD DIARIA RECOMENDADA DE GRASA
Es
importante hacer hincapié en que las cantidades recomendada de grasa para la
población en general, son eso, recomendaciones de ingesta para la población
en general.
Subrayamos
esto porque una parte importante de las enfermedades metabólicas con más
prevalencia cursan con un aumento del perfil lipídico en un hemograma.
Y tienen
como consecuencia dietética, entre otras, una corrección y restricción de la
ingesta de este macronutriente.
En general,
se aconseja una ingesta de grasa en la dieta moderada. En España, la Sociedad
Española de Nutrición Comunitaria establece como una ingesta saludable de
grasa, que este macronutriente aporte alrededor del 30% de la energía total de
la dieta.
Como vemos,
cantidades muy diferentes a los consejos de hace unos años…
PERFIL DE ÁCIDOS GRASOS
Sin embargo
hay que decir, que desde hace ya algún tiempo la afirmación anterior hay que
matizarla, y cada vez más.
Ya que, lo
realmente importante no es la cantidad de las grasas totales, sino la
proporción adecuada de ácidos grasos que se aportan.
Sin entrar
en detalles, porque necesitaríamos una web entera para ellos, diremos que, los
ácidos grasos se dividen en:
--Saturados: que no deben superar el 7-8% de las
grasas
-No
saturados: Monoinsaturados:
de entre ellos el ácido graso oleico debería aportar el 50% del total de las
grasas.
Poliinsaturados: el ácido graso
linoleico (omega 6) no debe superar el 5%, el linolénico (omega 3) el 1%.
¿SON SALUDABLES LAS DIETAS BAJAS EN GRASA?
Pues depende
de lo que entendamos por “baja en grasa”.
Hay
resultados de estudios que demuestran que, una dieta baja en grasa, aportando
únicamente alrededor de un 20% de su energía procedente de los lípidos, en
adultos sanos sedentarios, pero con una correcta distribución de ácidos
grasos, puede satisfacer las necesidades mínimas de estas personas.
Una correcta
distribución de ácidos grasos, en una situación de restricción, no es sencilla
y debería de ser pautada por un dietista.
De igual
manera que, una dieta con una aportación inferior al 20% de la energía ingerida
proveniente de las grasas, es difícil que aporte todos los nutrientes
necesarios. Para nosotros dejaría de ser saludable
¿SON NECESARIAS LAS DIETAS BAJAS EN GRASAS?
Hablamos de
dietas por debajo de ese 20% de lípidos....
Lo primero
que debemos tener en cuenta es que siempre que nuestro médico nos lo diga,
serán necesarias.
Hay
situaciones patológicas, sin una patología concreta pero que pueden derivar en
alguna que, en un primer momento, si lo hagan necesario.
Por ejemplo:
una hipercolesterolemia superior a un 5-10% de los valores normales, puede
bajarse con una reducción importante de lípidos durante un período de tiempo
(un par de meses) y la ejecución de un programa de ejercicio diario (caminar 1
hora).
Posteriormente
este mismo individuo, seguramente podrá volver a aumentar la cantidad de
lípidos, corrigiendo la proporción de ácidos grasos, y manteniendo el ejercicio.
Otra
circunstancia que conlleva esa disminución más allá de ese 20% del total energético
es que, un buen análisis nutricional de la situación, nos llevará a la decisión
de tomar suplementos de omega 3 y omega 6.
CONCLUSIÓN
Seguir de
manera habitual una dieta baja en grasa sin un motivo médico, no es aconsejable
y, en cualquier caso, debería circunscribirse a un corto período de tiempo.
Las
grasas son elementos esenciales para un buen estado de salud. Forman parte de
diferentes hormonas, constituyen parte de la estructura de nuestras células,
son una reserva energética y realizan muchas otras funciones.
Es
indispensable un aporte correcto, variado y proporcional de ellas.